Los seres humanos somos seres sociales, no vivimos ni podemos vivir aislados. Necesitamos conectar con otros, así como los otros necesitan contactar con nosotros. Este es el motivo por el cual sufrimos el aislamiento producido como consecuencia de la pandemia.
Ahora bien, construir y mantener relaciones implica indefectiblemente la existencia de conflictos. No existe la vida color de rosa, los conflictos en las relaciones están a la vuelta de la esquina.
Existen distintos tipos de conflictos, a saber: conflictos por valores, roles, políticas, presiones, objetivos, percepciones, estilos, recursos.
La reflexión que planteo es: ¿existen situaciones conflictivas o somos incapaces de resolverlas de manera efectiva?
Analicemos algunas decisiones inefectivas que tomamos los seres humanos ante la existencia de situaciones conflictivas:
Hay personas que deciden negar los conflictos. Son aquellas que ante el gran temor que le produce este tipo de situaciones, asumen su no existencia. Actúan como si todo esta bien, cuando en realidad no lo esta.
Otras personas deciden evitarlos. No niegan la existencia del conflicto pero no lo afrontan. Son aquellas personas que prefieren guardar “debajo de la alfombra” lo que sucede. Quieren mantener la cosa en paz, cuando en verdad esa paz es ficticia. Evitar el conflicto puede parecer efectivo al principio, pero en el mediano/largo plazo erosiona la relación.
Existen personas que ante una situación conflictiva lo único que les importa es ganar. Son esas personas que imponen su posición sin importarle en absoluto lo que sucede con la otra. Si bien logran salirse con la suya, es también cierto que pueden estar alimentando al enemigo, quien estará agazapado para ver como devolverle la gentileza y al mismo tiempo dañan la relación.
También hay personas que deciden ceder cuando notan que sus necesidades entran en conflicto con las necesidades de otra. Este tipo de decisiones pueden traer como consecuencia resignación y resentimiento ya que quien decide no satisface sus necesidades. Además, termina dañando las relaciones.
Hay personas que deciden manipular para ganar. Este tipo de manipulación puede ser hacia arriba o lateral. Es hacia arriba cuando la persona intenta convencer a alguien de mayor jerarquía para que apoye su posición en la resolución del conflicto. Cuando esto sucede se produce la lucha de poder, se intenta mostrar que se tiene mayor poder sobre el jefe que el resto del equipo. Esto es letal para las relaciones. Es lateral, cuando el intento de convencer se efectúa hacia sus pares. El manipulador intenta lograr su objetivo engañando a sus pares, promoviendo un juego político y somete a las minorías.
La adopción de cualquiera de las decisiones planteadas no resuelve la situación conflictiva, produciendo un daño colateral en las tres dimensiones que existen en cualquier empresa y equipo de trabajo. Daña la tarea, las relaciones y a las personas.
Entonces, ¿existen situaciones conflictivas o somos incapaces de resolverlas de manera efectiva?
En mi opinión, existen ambas. Cuando somos incapaces de resolverlas la amplificamos y si tenemos la capacidad de resolverla la solucionamos. Tanto en una como en otra la situación conflictiva existe independientemente de nuestra capacidad para asumirla efectivamente.
Reflexión
¿Te sientes identificado con alguna de las decisiones expresadas?
¿Qué opinión tienes respecto al tema planteado?
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