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Foto del escritorGustavo Picolla

De la Agricultura al Liderazgo


Stephen Covey, en su libro “Los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas” y luego en el “8vo Hábito”, habla sobre un tema que, si bien es conocido por todos, no todo el mundo lo comprende, los principios. En los libros citados, define a los principios como verdades profundas, fundamentales, de aplicación universal, leyes naturales que no se pueden quebrantar.

Justamente cuando analizamos la influencia de las leyes naturales sobre un proceso es más simple comprenderlo. Analicemos, cuando un productor decide sembrar determinado producto, debe hacerlo dentro de una ventana de tiempo, para luego hacer las labores correspondientes que con la combinación de un buen clima termina resultando una muy buena cosecha. ¿Puede imaginar que cosecha obtiene el productor si sembró dentro de la ventana de tiempo y luego se dedico a otras cosas sin prestarle atención a las labores posteriores a la siembra? O ¿habiendo hecho estas labores correctamente, sembró fuera de la ventana correspondiente? La respuesta es obvia, la cosecha seguramente no será la planeada.

Cuando una conducta o hecho no esta acorde a la ley natural el resultado no es el esperado. La agricultura es un sistema natural que esta sustentado en principios y procesos naturales.

La cuestión se complica cuando aplicamos el mismo razonamiento para las conductas que sustentan las relaciones humanas. Es que los principios son las leyes naturales que rigen las conductas humanas. Las conductas que vulneran principios terminan sustentando “malas relaciones”, mientras que aquellas que se rigen por principios sustentan relaciones más efectivas. Y, si por esas cosas los entendemos, aceptarlos y llevarlos a la acción resulta mucho más complicado. Es que en este mundo donde hay escasez de paciencia y necesidad de resultados ya, la salida más simple es tomar atajos. Evitamos sembrar en la ventana de siembra o dejamos de hacer las labores necesarias, pero eso si esperamos una excelente cosecha.

Hace un tiempo trabaje con un ejecutivo al que lo desvelaba no poder lograr que su equipo de trabajo se pusiera la camiseta de la compañía, un dicho que refleja el grado de compromiso de las personas, el que se pone la camiseta da todo por la empresa. Tuvimos una serie de conversaciones donde me decía que hacía todo para que eso sucediera.

Dime que haces, le dije.


Me respondió: Cada semana preparo un discurso enérgico para darles motivación y energía, tenemos un sistema de bonos, les damos el almuerzo, pagamos un gimnasio para el que quiere, yoga, damos capacitaciones, es decir, un montón de beneficios para que se sientan bien y se comprometan.


Le pregunté: Y a nivel objetivos, tareas, ideas nuevas, toma de decisiones, etc, ¿cómo procedes?


Me respondió: Los objetivos los determino juntamente con un comité ejecutivo, luego los bajamos al equipo para que los cumplan. Con respecto a nuevas ideas, siempre abrimos espacios para compartirlas, pero la realidad es que por lo general llevamos a cabo mis ideas. La toma de decisiones es una tarea absolutamente mía y no doy mucha participación, escucho, pero como te dije termino haciendo lo que me parece a mí, es que a veces dicen cada pavada.


Veamos, el pensamiento del ejecutivo es: como les damos un montón de beneficios, la cosecha debe ser que se pongan la camiseta de la empresa. Sin embargo, el resultado es todo lo contrario. El problema radica en ignorar que con esas acciones manipuladoras vulnera los principios y los procesos naturales que conlleva a que el equipo se ponga la camiseta.

Pregúntese, ¿es factible lograr compromiso de las personas sin contribución, respeto, honestidad, y/o humildad? Así como violando el medio ambiente contaminamos el agua y el aire, sin contribución, respeto, honestidad y/o humildad matamos el compromiso de las personas. Como dice Covey: “(los principios) son esencialmente indiscutibles, porque son evidentes por sí mismos.”


He aquí el gran desafío que enfrentan los ejecutivos de hoy, cómo llevar a la práctica su comprensión del liderazgo.


El ejecutivo citado comprende perfectamente la importancia de que su equipo se ponga la camiseta, lo que debe mejorar es como llevar a la práctica esa comprensión. Identificar los principios que rigen las conductas que faciliten el compromiso de su equipo y ejecutarlas.


Entonces, recuerde siempre los principios de la agricultura.

Sembramos en la ventana de tiempo correcta, hacemos las labores correspondientes que con la combinación de un buen clima termina resultando una muy buena cosecha.


Siembre para cosechar teniendo en cuenta los principios que rigen las conductas a aplicar.

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