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Foto del escritorGustavo Picolla

Del tumor a la inmortalidad


Por lo general cuando me reúno por primera vez con un ejecutivo, este me pregunta qué es lo que ofrezco.

Mi respuesta es decirles que soy oncólogo organizacional.


  • Que!, me dicen. ¿Es una nueva profesión?

  • No, es una analogía que tome mientras leía un libro de Fred Kofman, un consultor argentino que asesora a las empresas más importantes del mundo.

  • ¿Qué hace un oncólogo organizacional?, me pregunta

  • Bueno, me dedico a reducir el tumor que hace que una empresa buena desaparezca

  • ¿Cuáles es ese tumor?

  • Se lo digo, pero lo advierto que Ud. puede tener este tumor. El tumor que hace desaparecer a buenas empresas es el interés propio.


 

Cuando un grupo de personas en una empresa piensan en su interés propio por encima del interés de la empresa, entonces esa empresa puede desaparecer si no hace nada para reducirlo.

 


  • ¿Se puede eliminar este tumor?, me pregunta.

  • Es muy difícil eliminarlo en su totalidad, pero si logra reducirlo su empresa perdurará en el tiempo.

  • ¿cómo se hace para reducirlo?

  • La respuesta no es fácil porque es imposible reducirlo desde la lógica.

  • ¿Entonces?

  • El principal antídoto para el tumor es el líder trascendente. Un líder trascendente es aquel que persigue un propósito que dura más allá de la vida de uno mismo. Inspiran a sus liderados a perseguir el propósito en lugar de seguirlo a él. Son lideres que han conectado con su interior, son ejemplo de lo que proponen y construyen una organización que piensa más allá de la rentabilidad. Logran conectar los propósitos individuales de sus liderados con el propósito inmortal y así cada liderado siente pertenencia de ese propósito. El líder llena las vidas de significado. 

  • ¿Y cómo conecta ser trascendente con reducir el interés propio?

  • Al inspirar con el propósito superior, el líder debe crear una cultura que posibilite a todos los stakeholders beneficiarse. Así genera un círculo virtuoso donde empleados, clientes y propietarios se benefician. El propósito y la cultura permiten que los liderados miren mas allá de sus intereses individuales y se alinean en forma natural a los objetivos de la organización. Esto es algo que desde la lógica no lo puedes lograr.

  • ¿Puedo ser yo un líder trascendente? Me pregunta.

  • Todos pueden ser un líder trascendente, si eligen serlo en primer lugar. Debes convertirte en héroe. El héroe gana la autoridad moral de liderar, demostrando sus valores y teniendo el valor de descubrir la verdad sobre el mismo y conectar con algo mayor. Solo así logrará que los liderados se unan a la causa. Ser un héroe requiere de humildad, pasión, valor, disciplina y paciencia.

  • Por último me pregunta, ¿Me puedes ayudar a lograrlo?

  • Si puedo ayudarte.


 

Extrapole esta situación a un pueblo, ciudad o país. Donde prima el interés propio sobre el común hay solo un destino, la decadencia. Por eso necesitamos héroes, necesitamos líderes trascendentes.

Como dice William Wallace en la película Braveheart:  “Luchen y tal vez morirán, huyan y vivirán aunque sea un tiempo y al morir en sus camas, pasados muchos años, no desearán cambiar todos los días a partir de hoy por una oportunidad, solo una oportunidad de volver aquí y decir al enemigo que puede tomar nuestra vida pero jamás tomar nuestra libertad.”

Un nuevo presidente inicia su periodo presidencial en Argentina.  Ojalá el presidente electo sea un líder trascendente, nos inspire a alinearnos a un propósito mas grande que él y que podamos ver más allá de nuestros intereses propios.


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