Imagine una isla sin ningún recurso natural, no tiene soja, maíz, trigo, litio, oro, petróleo, nada. Una isla que hace cincuenta años estaba devastada, pobre y violenta. Además, es la única isla que sabe lo que es recibir dos ataques nucleares.
Ahora, cómo puede ser que esa isla se haya convertido en una de las cinco potencias económicas del mundo, que sean dueños de Honda, Toyota, Yamaha, Suzuki, Mitsubishi, etc. Seguro te habrás dado cuenta de que hablo de Japón.
La respuesta es simple, invirtió en el recurso más importante que existe, las personas.
Siempre y en todo lugar el recurso más importante son las personas
El gobierno japonés puso el foco en las personas y se convirtió en potencia. Los lideres empresariales, ¿están poniendo el foco en su recurso más importante?
Si analizamos el informe de Gallup sobre el estado global de los lugares de trabajo[1] encontramos que solo el 21% de los empleados del mundo están comprometidos con la empresa y en Argentina, solo el 20%. Eso quiere decir, por un lado, que los líderes empresariales no están invirtiendo en las personas y, por otro, que al 80% de los empleados le importa muy poco lo que suceda con la empresa.
“Si la dirección de una empresa no considera a sus trabajadores como individuos únicos y valiosos sino como herramientas que pueden descartarse cuando ya no hagan falta, entonces los empleados también considerarán a la empresa como simplemente una máquina que les paga el salario, sin otro valor ni significado ". Mihály Csíkszentmihályi
Si al 80% de sus empleados le da lo mismo lo que pase, déjeme alertarlo que en un tiempo su empresa tendrá serios problemas. Esas personas están pensando más en su propio interés que en el de la empresa y eso es un tumor que produce la desaparición de esta.
¿Hay solución? La hay. Eso sí, no es desde la lógica que se soluciona. Es desde la trascendencia.
Es posible que se pregunte, ¿cómo lo hago?
Déjeme decirle que esa pregunta no es la correcta, debe preguntarse ¿Quién debo ser para lograrlo?
En mi opinión, debe ser: humilde, integro, paciente y tener valor/coraje. Además, debe desarrollar la escucha, la gestión de las emociones, la disciplina y hacerse cargo.
Con esos atributos y habilidades debe entender que las personas:
1. Son seres emociones, no lógicos.
2. Que eligen la respuesta a dar, en función de ellas, y
3. Que sin las necesidades cubiertas, no hay forma de comprometerse.
Solo el liderazgo trascendente logra que las personas elijan comprometerse creativamente.
Como líder puedo hacer todas las técnicas, pero si en el fondo no hay amor, ese compromiso natural que surge del corazón, de querer que al otro le vaya bien y que crezca en su vida y que alcance la felicidad, todo lo demás se vuelve poco confiable. Fred Kofman
Porque sin amor, hay manipulación. Sin amor hay arrogancia, falsedad, ansiedad y prepotencia. Sin amor, hay interés propio y ya sabe cuál es el final. Sin amor el 80% de sus empleados seguirán descomprometidos.
Por eso el liderazgo para mí es una elección que se sustenta en la pasión por facilitar el desarrollo de las personas y en trascender a través del legado que deja.
El peor problema de nuestro país no es la economía, la inflación o la inseguridad, el peor problema es la falta de desarrollo de las personas. El nivel educativo ha caído a niveles espantosos, no hay preocupación por las personas y eso lo estamos pagando caro y lo pagaremos aún peor.
Si esperamos que los políticos lo solucionen, nada sucederá. Por eso, la enorme responsabilidad del liderazgo empresarial esta en poner el foco en desarrollar a sus liderados que se sientan importantes, respetados, bien pagos, reconocidos y así volverán a sus casas para ser mejores miembros de familia, mejorando las comunidades y el país.
Ojalá tomemos consciencia, así como lo hizo Japón en su momento.
[1] Fuente: State of the Global Workplace, p 14 y p110 Gallup
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