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Foto del escritorGustavo Picolla

¿están los líderes de las organizaciones, preparados para este nuevo paradigma?

En 1969 Peter Drucker fue el primer autor en hablar sobre la sociedad y el trabajador del conocimiento, afirmando en 1993 que en la sociedad hacia donde nos dirigíamos muy rápidamente, era el “saber” y no el capital el recurso clave, el cual no puede ser comprado con dinero ni creado por capital de inversión. Hoy la realidad parece darle la razón.

Las tres compañías con mayor capitalización bursátil en el 2016 fueron Apple, Alphabet (Google) y Microsoft, mientras que hace 10 años lo eran Exxon Mobil, General Electric y Gazprom, lo que nos demuestra que los activos físicos han perdido preponderancia a la hora de medir una organización.

En un estudio de Accenture realizado a partir de la matriz insumo-producto, la economía del conocimiento representa en la Argentina un 22% del producto bruto interno (PBI), mientras que en Estados Unidos llega al 38%, en España y Japón al 32% y en Holanda al 30%. Todos estos datos no hacen más que reflejar la visión que Drucker tenía hace varios años atrás, que lo importante es el “saber” y eso es patrimonio de las personas con talento.

Si algo no ha cambiado con el transcurso del tiempo, eso ha sido la exigencia que tienen los líderes de lograr resultados. Un líder que no logra resultados es un candidato por correr de su puesto de liderazgo. Esto explica porque la mayoría de ellos, casi con exclusividad, centran su atención en lograr los resultados esperados.

No obstante, este nuevo contexto desafía a los líderes a revisar su paradigma de que los resultados se logran porque él hace las cosas, y cambiarlo por el que para lograrlos necesita, además, de aquellos que poseen el saber.

Por lo tanto, el desafío del liderazgo ante el actual contexto es lograr los resultados, a través de la ejecución de los planes estratégicos, y al mismo tiempo retener, comprometiendo y motivando, a las personas con talento que le aporten el “saber” para el logro de los resultados.

El dilema es: ¿están los líderes de las organizaciones, preparados para este nuevo paradigma?

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