En la película Enzo Ferrari se plantea al siguiente diálogo entre Ferrari y dos directivos de Alfa Romeo
Ferrari: Alfa es una gran compañía deberían estar pensando en vender autos no manejar un pequeño departamento de carreras. Quiero hacerme cargo de su división deportiva, autopartes, motores, llantas, todo.
Directivos: Y tiene los recursos para sostener semejante inversión
Ferrari: Francamente señor no tengo una lira, pero tengo un plan. Hacer de sus autos los más rápidos del mundo
Directivos: Esas son tan solo palabras señor y palabras vagas, sinceramente no hay nada que respalde lo que ofrece y por lo tanto no podemos tomar su proposición seriamente.
Ferrari: Un momento por favor
En ese momento Ferrari sale de la sala, toma unos planos y vuelve a ingresar
Ferrari: Caballeros por favor. No son tan sólo palabras señores, sino hechos. Es mi compromiso mi gran ambición, esta es la misión de mi vida.
Directivos: Desafortunadamente necesitará de un tinglado que no tiene.
Ferrari: lo tengo. Los invito a Módena para que inspeccionen mi fábrica
Directivos: y que hay con la mano de obra
Ferrari: quizá no me crean. También tengo los mecánicos, técnicos y el más grande diseñador en el mercado.
Directivos: Imposible, el mejor es Vittorio Llano y trabaja con la Fiat. Ya le hemos hecho varias ofertas muy generosas pero él siempre se rehúsa.
Ferrari: bueno tal vez porque sus ofertas no incluían un sueño. Quizá aún no entiendan esto pero los sueños son contagiosos.
Ferrari sale nuevamente de la sala, los hombres se quedan revisando los planos y reconocen que es un gran diseño, lo que estaban buscando…
Ferrari vuelve a ingresar y les dice:
Ferrari: déjenme presentarles a Vittorio Llano. Llevaré sus autos hasta el límite los, prepararé los modificaré y cuando mis alfas ganen una y otra vez la gente acudirá a las salas de ventas para comprar los autos más rápidos del mundo.
Ferrari y los directivos de Alfa Romeo firmaron el contrato para que Ferrari se haga cargo de la división deportiva de la firma.
Esta historia demuestra lo poderoso que es un sueño, lo poderoso que es tener una visión.
Una visión define que es lo que quieres lograr y hacer con tu organización. Cuando tienes una visión, ésta te ayuda a tomar decisiones respecto a las personas, a las finanzas, a la estrategia, a los clientes.
Si logras aunar a un grupo de personas que se direccionen en pos del logro de esa visión, podrías dominar cualquier industria, cualquier mercado, cualquier competencia, en cualquier momento. Por eso, todo líder debe inspirar a otros para que quieran dar lo mejor de sí mismos y alinear la organización para lograrlo.
Ferrari tenía una visión que lo entusiasmaba y con ese entusiasmo, contagió al mejor diseñador del mercado Vittorio Llano y convenció a los directivos de Alfa Romeo. La historia demostró que su entusiasmo lo llevo a construir sus propios autos y cuando sus Ferrari ganaron una y otra vez la gente acudió a las salas de ventas para comprar los autos más rápidos y caros del mundo. Solo desde el entusiasmo se puede contagiar a otros para que juntos alcancen la visión.
Has declarado una misión para tu organización? ¿Has declarado una visión para tu vida? ¿Ambas visiones te entusiasman? Si la respuesta es sí, seguramente estás en el camino correcto. Si la respuesta es no, sigue buscando hasta encontrar esa visión que te entusiasme, que te apasione. Así obtendrás el impulso necesario para empezar a moverte y lograr aquellas cosas que quieras lograr.
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