Hay una historia sufí que dice:
"Había una vez una tigresa embarazada que estaba buscando alimento. Vio un rebaño de ovejas y se abalanzó sobre ellas. Dio cuenta de una, pero a raíz del esfuerzo en su estado de gravidez, murió mientras daba a luz. El cachorro de tigre nació huérfano, en medio del rebaño de ovejas. Sin saber su verdadera identidad, el tigrecito se unió al rebaño y aprendió a caminar, comer y balar como las ovejas.
Un día otro tigre que andaba por la región se encontró con esta escena ridícula: un cachorro de su especie caminando, comiendo y balando como una oveja. Con un gran rugido, el tigre corrió hacia el lugar de pastura, desparramando a las ovejas. El tigre adulto tomó al cachorro, lo arrastró hasta un estanque y lo forzó a mirar su reflejo en el agua mientras le decía: "Mira, no eres una oveja, eres como yo, eres un tigre. Eres un tigre y tienes la fuerza, el coraje, la libertad y la majestad del tigre. Eres responsable de tu destino; eres el cazador, no la presa. Entonces el tigre dio un rugido inmenso y glorioso. Esto aterrorizó y excitó al cachorro. El tigre le dijo entonces: "Ahora, ruge tú. Los primeros intentos del cachorro fueron patéticos, a medio camino entre un balido y un chillido. Pero pronto, bajo la tutela del tigre adulto, el cachorro desarrolló su verdadera naturaleza y aprendió a rugir, a rugir como el protagonista de su vida."
La vida de la oveja es una vida de impotencia, nace para comer, caminar, balar, cada tanto la esquilan dejándola como una desnutrida y si tiene la suerte de no ser depredada vive así hasta su muerte. ¿qué haría la oveja si tuviese la posibilidad de elegir que vida tener?
Algunas personas, como las ovejas, van por la vida por inercia. Hacen cada día de su vida lo mismo, no disfrutan de lo poco o mucho que tienen, y cuando llega al día de su muerte se arrepienten de no haber hecho lo que querían hacer. Con esa actitud, van por la vida quejándose, la vida siempre está en contra de ellas. Son esas personas que hacen lo que tienen que hacer, “tengo que trabajar”, “tengo que hacer dieta”, “tengo que aguantar a mi jefe. Nunca se hacen cargo de nada y siempre buscan algún culpable, el tráfico, mi jefe, el gobierno. Así son inocentes de lo que les pasa, pero esto tiene un costo muy alto: la impotencia.
Vivir una vida desde la impotencia conduce a estas personas a una vida de resentimiento, a una vida que posiblemente termine en enfermedades.
La vida del tigre es una vida de poder, de protagonista. Claro que puede ser depredado, pero cuenta con habilidades para hacer frente a esas posibilidades. Como dice la historia, es el cazador no la presa.
Hay personas que, como el tigre, van por la vida haciéndose cargo de lo que viven. Elijen ir a trabajar para poder vivir, elijen hacer dieta para cuidar su salud, elijen aguantar a su jefe para progresar en su carrera. No se preguntan “¿por qué me pasa esto a mí?” sino que se preguntan “¿qué puedo hacer con esto?” Así se levantan más temprano para llegar a tiempo, gerencian a su jefe, hacen cosas a pesar del gobierno. Saben efectivamente que al hacerse cargo no pueden garantizar el éxito así como tampoco asumir la culpabilidad de los hechos. Son personas que se enfocan en las cosas que pueden controlar y sueltan aquellas cosas sobre las que nada pueden hacer.
Estas personas reconocen su verdadera naturaleza al hacer uso de la única libertad que tenemos los seres humanos: elegir la actitud que adoptamos ante lo que nos presenta el contexto
Muchas veces estamos tan metidos en nuestra manada que no nos damos cuenta de nuestra verdadera naturaleza, pero si estamos atentos alguien intentará hacérnosla ver, y en esa elección es dónde se juega nuestro destino.
Lo que eres hoy es producto de tus elecciones pasadas
Pero claro para asumir nuestra verdadera naturaleza, como hizo el cachorrito, debemos vencer el miedo a romper con nuestras viejas creencias sobre nosotros mismos, a hacernos cargo cambiando “los tengo” por “elijo”. Es justo en ese momento donde todo líder que se precie de ser efectivo debe ocuparse de ser el soporte que sus liderados necesitan para vencer el miedo, porque todo aquel que no está dispuesto a vencer el miedo no logrará vivir acorde a su verdadera naturaleza.
Entonces, ¿hoy que vas a elegir, oveja o tigre?
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