Vine a pasar unos días a Mar del Plata y mientras estaba sentado en el balcón contemplando la inmensidad del mar, comencé a reflexionar. Observaba como las olas vienen, se retiran y vuelven a venir, a veces en calma otras con furia. Eso sí, nunca dejan de ser lo que son, el mar.
Entonces empecé a pensar sobre aquellas cosas que la vida me ha enseñado y que aunque le demos vuelta son lo que son, aún con los transcursos de los años, los cambios del contexto, las modas, etc.
Y llegué a la conclusión de que estas son las 7 cosas que la vida me enseñó:
1. Hay que hacerse cargo.
No sé puede andar por la vida pensando que otros tienen la culpa de lo que nos sucede y quedarse en paz con eso. El gobierno, nuestra pareja, nuestros padres, hijos, bla, bla, bla. Nooo!!! La vida reparte las cartas, uno no las elige. Pero lo que sí uno elige es como jugarlas. Sino ligas nada, ¿qué vas a hacer? Lamentarte toda la vida o elegir hacer algo con lo que ligas para luego esperar una nueva mano. Porque te aseguro, nadie se va a hacer cargo de tú vida, solo tú eres el responsable. Así que, a hacerse cargo, no hay otra.
2. Hay que tener un PORQUE.
Un PORQUE te motiva, te mueve, te apasiona, te hace ir por la vida con un propósito. Tener un PORQUE le da sentido a la vida. No sé trata de quién eres, qué haces o cómo lo haces. Se trata de porque haces lo que haces y del impacto que quieres dejar en el mundo en el que vives. Quien no tiene un PORQUE pasa la vida de acuerdo para donde vaya el viento, viviendo la vida que otros quieren para él/ella, ¿se puede llamar vida a eso? Con un PORQUE hay mucho por disfrutar, el camino por la vida es más gratificante, es motivante. Cuando uno tiene un PORQUE mucha gente te va a seguir o va a querer trabajar con vos. Las personas no compran lo que haces, compran el PORQUE lo haces. Si aún no lo tienes, te desafío a encontrarlo.
3. En la vida todo es un proceso.
Piensa, nacemos y para caminar debemos llevar a cabo el proceso que nos permita hacerlo. Algunos lo hacen más rápido otros más despacio, pero debe respetarse el proceso. No puedes bajar 10 kilos de peso en dos días, debes seguir el proceso guiado por dieta y ejercicios. Sin
embargo, los seres humanos, muchas veces, no respetamos el proceso. Buscamos el atajo que nos de satisfacción rápida. Luego nos arrepentimos porque el resultado no es el esperado.
En la vida todo llega en su debido momento, solo debes respetar el proceso porque si lo acortas hay más posibilidades de que fracases en el intento por lograr algo.
4. Si tú medida del éxito es el logro de los resultados, vivirás gran parte de la vida frustrado.
Piénsalo. Cuando te propongas lograr un objetivo habrá situaciones que pueden suceder y que no están bajo tu control. Estas situaciones pueden hacer que logres mejores resultados o que simplemente no los logres. Como no están bajo tú control, nada puedes hacer ante ellas. Por ej. la pandemia, el clima, etc. Ahora, lo que si está 100% bajo tu control es hacer todo lo que sea posible para lograrlos. En realidad, este es el verdadero resultado, debes matarte por lograrlos, ir por ellos, sabiendo que puedes fallar.
5. Solo siendo ético puedes sentirte orgulloso
Si vas por la vida convencido de que el fin justifica los medios, posiblemente logres los resultados que quieres, pero harás cosas que si fueses ético nunca harías. La garantía de sentirte orgulloso ocurre cuando alcanzas el fin respetando tú moral.
6. Hay que ser agradecido.
Decir “gracias” mejora nuestro estado de ánimo cuando estamos decaídos o ansioso. Agradece por lo que tienes. Agradece por tus relaciones afectivas, por tus bienes materiales, por tus logros. Agradece por cada día que vives. Agradece por todo. Es una forma de reconocer lo que eres y tienes. Cada noche antes de dormirme, agradezco. Te invito a que lo practiques diariamente.
7. Un día se acaba el camino
Y si, un día llega el fin. Dejamos de existir. Por eso te comparto parte del discurso que Steve Jobs dio en la Universidad de Stanford que transmite perfectamente lo que pienso. “Por eso cada día al despertarte mírate al espejo y pregúntate: “Si este fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es NO durante varios días seguidos, algo debes cambiar. Porque prácticamente todas las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando solo lo que es verdaderamente importante. No hay razón para no seguir a tú corazón. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastes viviendo la vida de otro. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. Todo lo demás es secundario.”
Agregaría, disfruta de los que amas mientras los tienes. Porque como dice Séneca, “Vivimos en el medio de seres que han sido destinados a morir. Mortal has nacido, a mortales has dado nacimiento. Prepárate para cualquier cosa. Espera cualquier cosa.”
Estas son mis reflexiones sobre lo que la vida me enseñó. Tal vez sean distintas a las tuyas o capaz nunca lo habías pensado. Independientemente de ello te desafío a que lo pienses y saques tus propias conclusiones.
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