Al llegar a este momento del año, nos encontramos en ese espacio entre lo que fue y lo que está por venir. Es un tiempo ideal para detener nuestro ritmo habitual y reflexionar sobre el camino recorrido y el horizonte que se despliega ante nosotros.
Al año que se va:
Comenzaste con nuevos aires y con mucha incertidumbre. Porque siempre y en todo lugar, todo proceso de cambio produce, como primera reacción, miedo. Y como nuestro cerebro se enfoca en mantenernos con vida, nos invita a ir a esos lugares donde nos sentimos cómodos, donde todo es mas simple, donde nos movemos como pez en el agua. ¿cómo que ahora el dólar no me va a salvar? ¿cómo es que debemos mirar cómo nos gestionamos en lugar de buscar esa operación financiera que nos salvara de nuestras deficiencias en la gestión? ¿porqué debo ir a trabajar cuando antes me daban para vivir? ¿cómo que ahora el mérito depende de mí?
Y sí así es la vida, nos trajiste nuevas cartas que nos obligan a aprender como jugar este nuevo juego. Para algunos será más fácil, para otros implicará analizar como ser rentables, como hacer para vivir con lo que ingresa, que gastos hay que resignar. Pusiste a prueba nuestra resiliencia y nos enseñaste el verdadero significado de la adaptabilidad. Pero también nos regalaste instantes de alegría, logros inesperados y conexiones profundas que fortalecieron nuestros lazos humanos.
Ya queda poco para que te vayas y quiero agradecerte por todas las oportunidades que me brindaste para seguir transitando el camino hacia el propósito de vida que persigo, por las sorpresas con las que me asombraste, como por ejemplo dar una conferencia motivacional a productores agropecuarios, algo que no estaba en mi radar, y tener éxito. Agradecerte por todas las nuevas personas que he conocido durante tu paso y que son un cariño al corazón. Agradecerte por mis amigos, los que siempre están presentes aunque durante tu paso nos vimos poco. Y lo más importante, agradecerte por permitirme disfrutar de la hermosa familia que tengo. Sí 2024, soy feliz porque tengo la serenidad de estar viviendo la vida que quiero vivir. Muchas gracias!!!
Al año que llega:
Te recibimos con esperanza renovada, que esas incertidumbres que nos trajo el que se va, se disipen durante el tiempo que estemos contigo. Eres como una hoja en blanco que nos invita a escribir en ella nuestros anhelos más grandes, nuestro sentido de vida y siempre tener presente para qué vinimos a este mundo y actuar en consecuencia.
Nuestros deseos para ti es que nos des sabiduría para:
Soltar las certezas y abrazar la curiosidad
Considerar los puntos de vista de los demás en lugar de imponer los nuestros
Aceptar nuestras fortalezas y también nuestras limitaciones
Pensar en nosotros mismos, menos
Animarnos a decir que no sabemos
Ser fieles a nuestros principios, valores
Decir la verdad, aunque juegue en nuestra contra
Enfrentar la realidad y actuar aún en situaciones difíciles
Hacernos cargo de lo que esta bajo nuestro control y soltar aquello que no esta
Buscar el beneficio mutuo
Gestionar nuestras emociones y ayudar a otros a gestionar las suyas
Escuchar empáticamente
Expresar sin agredir
En definitiva danos sabiduría para entender que sin relaciones efectivas es imposible lograr lo que nos proponemos y que la efectividad de estas se sustenta en la sinceridad, en el respeto, la comprensión mutua y el ganar-ganar.
Traemos con nosotros las enseñanzas del pasado y la ilusión del futuro. Esperamos contigo encontrar serenidad en nuestros corazones, oportunidades de ser la mejor versión de nosotros mismos y contribuir positivamente al mundo que compartimos.
Adiós 2024, bienvenido 2025
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